Érase una vez una niña llamada Carlota. Carlota estaba con su primo Lucas en su casa, los padres de Carlota y de Lucas estaban tomando un té. Los padres de estos niños no le dejaban ir a pedir
truco o trato. Entonces decidieron jugar en el jardín por la noche. El primo de Carlota empezó a contar, cuando terminó no estaba por ningún lado. El tenía mucho miedo hasta que escuchó un ruido
de ¡socorro! detrás de la barbacoa. Fue a mirar y vio algo negro. Como Carlota iba de negro, pensó que era ella, miró y no había nada. El niño asustado llamo a los padres de Carlota le conto lo
que había pasado y cada noche de Halloween tocan a la puerta de Carlota